Empresas con Propósito y con Alma

¿Pueden la rentabilidad y los ideales, ser compatibles?

Si crees que aumentar tus ganancias probablemente signifique sacrificar tus ideales, piénselo dos veces. De acuerdo a Jim Stengel, ex presidente de marketing de Procter & Gamble, «el crecimiento y los ideales no sólo son compatibles; son inseparables».

Un propósito claro y definido para mejorar la vida de las personas, es la única forma sostenible de adquirir, mantener, e inspirar a todo aquel que se relaciona con una empresa, desde los colaboradores hasta los clientes.

De igual manera que los cimientos son para una casa, un director es para una orquesta, y un lienzo es para un artista: Un propósito claro lo es todo para una organización.⁠

Un propósito claro puede ser crítico para las organizaciones, ya que articula el por qué existe una organización, qué problemas está tratando de resolver, y quién quiere ser para cada persona a la que impacta. 

Las empresas están utilizando el propósito para crear conexiones más profundas con los consumidores, hacer más por las comunidades en las que trabajan, atraer y retener talento, y lograr mayores resultados e impacto en el proceso.

Deloitte

 Las empresas que lideran con un propósito y construyen alrededor de él, pueden lograr lealtad, consistencia y relevancia continuas en la vida de los consumidores. 

El Propósito atrae talento y mantiene el compromiso

En su libro Drive, Daniel Pink descubrió que «las personas más profundamente motivadas, productivas y satisfechas, buscan ser parte de una causa más grande que ellos». Entre los Millennials y la Generación Z, esa búsqueda es más importante que nunca. De hecho, un «propósito más profundo» es el segundo factor más importante al considerar un nuevo trabajo.

Los equipos de alto rendimiento siempre tienen un propósito claro.

«La empresa más exitosa no es la que tiene más cerebro, sino la que tiene más cerebros actuando en torno a una intención compartida «.

Peter Drucker

Nada unifica más a un equipo, que trabajar por un mismo propósito.

¿Que es lo que más les importa a los clientes cuando toman decisiones sobre las marcas?

Un estudio reciente de la consultora Deloitte, revela que muchos consumidores de hoy toman sus decisiones de compra basadas en:

  • Cómo las marcas tratan a su personal (28%),
  • Cómo tratan al medio ambiente (20%) , y
  • Cómo apoyan a las comunidades en las que operan (19%).

Cuando las empresas alinean su propósito con hacer el bien, pueden construir conexiones mucho más profundas tanto con sus clientes como con sus colaboradores, y amplificar su relevancia con todo aquel a quien impactan.

Y es justamente ahí donde nace el alma de una empresa

Pero, ¿Que es el «alma» de una empresa??

Hay algo esencial e intangible en las empresas. Algo que aunque no se puede ver, definitivamente si se puede sentir.

Lo sienten los fundadores de la empresa, pero también pueden sentirlo sus colaboradores, sus clientes y todo aquel que tiene contacto con ella. ⁠

Es algo que inspira a su personal a contribuir con su talento y entusiasmo, algo que influye en sus clientes a pertenecer y a permanecer fiel a ellos, algo que fomenta un sentido de conexión profunda con la marca… ese algo es el ALMA de la empresa, y está profundamente relacionada con su propósito.

Mientras persista ese espíritu, el compromiso es alto, tanto de clientes como de colaboradores, lo que estimula la productividad y el crecimiento. Pero cuando se desvanece el alma de una empresa, todos perciben la pérdida… comienza a desaparecer eso que la hacia especial. La empresa comienza a perder el rumbo.


«No sabemos qué es el alma de una empresa, pero detectamos cuando ya no está. Notamos que ya no es lo mismo… Lo notamos como clientes porqué nos sentimos decepcionados, el servicio o producto que percibimos ya no es lo que era. Lo notamos como trabajadores porqué las formas cambiaron y los resortes internos del compromiso se alteraron. Lo notamos como accionistas, porqué más allá de los beneficios no sabemos en qué momento perdimos la brújula del futuro. También lo notamos como sociedad cuando algunas empresas exhiben arrogancia o una total falta de sensibilidad ante problemas sociales. En todo caso, el alma se encuentra más cerca de la humildad que de la arrogancia…» ⁠

Xavier Marcet

Cuando una empresa respira autenticidad en las relaciones entre personas (respeto, empatía), cuando la centralidad en el cliente es algo que se vive con naturalidad, cuando liderar es servir sin agendas ocultas, sabemos que tiene alma. Sabemos que, sin convocarla, el alma asiste a las reuniones y se filtra en las decisiones.

Por eso, el reto más grande es crecer mucho y no perder el alma. – Xavier Marcet.

¿Es rentable para una empresa aferrarse a sus ideales?

Cuando una empresa tiene alma y lidera con un propósito claro y definido, puede alcanzar un “estado de confianza” con sus clientes, colaboradores y socios; abriendo nuevas conexiones emocionales con ellos mientras aumenta el crecimiento y los ingresos.

Este estado de confianza es la fe en las empresas, esa sensación de que sin importar lo que suceda, harán lo correcto… y ese estado de confianza es particularmente importante en tiempos difíciles como los actuales, y puede ser la diferencia entre prosperar, sobrevivir y desaparecer para una empresa.

Lo hemos visto durante la pandemia, empresas que han mostrado el alma con decisiones coherentes a sus ideales y acciones valientes, se han posicionado en la mente y en las preferencias de los clientes. Aquellas que por el contrario, demostraron que no hay nada tangible mas allá de una falsa narrativa… que sus valores centrales son sólo un cuadro colgando en sus oficinas… aquellas que en lugar de mostrar el alma han mostrado el cobre… han sufrido y seguirán sufriendo las consecuencias.

Las empresas impulsadas por un propósito, experimentan mayores ganancias y participación de mercado, crecen hasta 3x más rápido en promedio que sus competidores, y logran un mayor compromiso de su personal y una mayor satisfacción de sus clientes.⁠

Deloitte

El estudio también revela, que más del 80 % de los consumidores están dispuestos a pagar más si una marca eleva sus precios para ser más ambiental y socialmente responsable, o para pagar salarios más altos a sus empleados.

Casi el 15 por ciento de estos encuestados compartieron que están dispuestos a pagar un precio premium por encima del 25 por ciento.

Si bien el precio y la calidad siguen siendo factores importantes que impulsan las decisiones de los clientes, el 55 % de los encuestados cree firmemente que las empresas de hoy tienen una mayor responsabilidad de actuar con un propósito. Aquellas que no lo hagan, corren el riesgo de ser desplazadas.

¿Por donde empezar?

Tener claro el por qué existe la organización, qué problemas está tratando de resolver, y quién quiere ser para cada humano al que impacta, es fundamental para comenzar.  Ser auténticos, liderar con empatía, ver a los clientes y colaboradores de manera más humana, y hacer más por las comunidades en las que opera, ayudará a las empresas a crear conexiones más significativas y profundas con todos los implicados. Ayudará a crear el estado de confianza.

Un propósito claro pavimenta el camino para una mayor relevancia y diferenciación de la marca. Al ir más allá de la simple venta de un producto, las empresas forman las bases para una relación mucho más profunda con sus clientes y colaboradores, una conexión construida sobre valores compartidos. Sin importar la industria o el sector, es más que claro que los clientes de hoy están más comprometidos con las marcas que reflejan en la práctica su propósito y sus valores.

«Que el éxito no perturbe el propósito. Que la tecnología no sepulte el alma. Y que las empresas sepan crecer mucho sin perder ese perfume profundo que impregnó sus propósitos iniciales…»

Xavier Marcet

Al final del día, tanto clientes como colaboradores buscan lo mismo: Una empresa con propósito… pero también con alma.

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